sábado, 11 de abril de 2009

Te Quiero como a mis Converse Viejas - Táriba, Abril 2009


Hoy es sábado santo y el día comenzó con un sol lleno de energía, picante y cargado de brisas como las que se sienten en la costa. Sí, estaba perfecto para la foto que tenía en mente. Pasaba la mañana disfrutando del ocio del feriado cuando ví en el messenger a mi buen amigo René, quien es una de esas personas que tienen un talento innato para la fotografía aguardando a ser explotado en plenitud. Lo invité a que me ayudara y presto como siempre, estaba conmigo una hora después en la Plaza Miranda de Táriba, de barriga en el piso tomándole fotos a mis botas y yo simulando estar apoyado sobre unos zapatos gigantes, mientras a nuestro lado crecía un castillo inflable para recibir a los niños de los turistas y las señoras de los puestos de pasteles tras nosotros ponían a calentar el aceite en sus calderos.

El objetivo: hacer un tributo local del “Monumento a Los Zapatos Viejos” rincón turístico de Cartagena de Indias, Colombia que inmortaliza el famoso soneto “A mi Ciudad Nativa” del poeta Luis Carlos López. Para mí, en esas líneas está una de las comparaciones más ingeniosas que se pueden usar para describir el cariño que uno puede sentir por el lugar que lo vio nacer y crecer. Les invito a leerlas a continuación:

A MI CIUDAD NATIVA

Noble rincón de mis abuelos: nada
como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y de la espada,
del ahumado candil y las pajuelas...

Pues ya pasó, ciudad amurallada,
tu edad de folletín... Las carabelas
se fueron para siempre de tu rada...
¡Ya no viene el aceite en botijuelas!

Fuiste heroica en los tiempos coloniales,
cuando tus hijos, águilas caudales,
no eran una caterva de vencejos.

Mas hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno le tiene a sus zapatos viejos...

Luis Carlos López.

Terminamos la sesión fotográfica y ya el castillo se yergue hacia el cielo, la gente come pasteles recién hechos, humeantes y tostados y los niños corren en la plaza al compás de las campanas de la basílica. Táriba es otra de esas poblaciones que tan sólo quienes la conocen desde niño pueden contemplar en ella la especial magia de sus rincones tranquilos. Es por eso que le quedo debiendo un post adonde muestre un poco más de esos lugares, plazas y calles que al igual que la ciudad amurallada al poeta, ya me inspiran también el mismo cariño que siento por mis converse viejas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

de nuevo un excelente trabajo fotograficos felicitaciones

DELTA HIDEAWAY

Anónimo dijo...

de nuevo un excelente trabajo fotograficos felicitaciones

DELTA HIDEAWAY

Carlos D! dijo...

Un honor tener a la gente de DeltaHideaway por estos lados, gracias por el comentario!